Article publicat a: El Mundo
El próximo 29 de marzo (y 5 de abril, si se llega a segunda vuelta) tendrán lugar las elecciones primarias abiertas del PSC para elegir al candidato o candidata socialista para la alcaldía de Barcelona. Abiertas significa que cualquier ciudadano puede participar, independientemente de si es militante o simpatizante del partido, si comparte unos valores genéricos de carácter progresista. Y hacerlo a partir de los 16 años y con el único requisito de ser residente en Barcelona. Un cambio radical.
Es decir, el PSC desplaza su centro de gravedad (legítimo y tradicional) de las estructuras internas y orgánicas a una consulta abierta a la ciudadanía para tomar una decisión tan relevante. Esta opción es hoy, a la vez, una afirmación y una constatación. Afirmación que significa reconocer que la capacidad interna del partido para promocionar y elegir el liderazgo político y electoral no es suficiente, ya que –casi siempre- se mueve en lógicas de poder interno, facciones o grupos. Y que se necesita del criterio y preferencia de los ciudadanos para elegir la candidatura más competitiva y conectada con la sociedad y sus electores. Es un cambio de cultura política que siempre he defendido.
Y es también una constatación que, cambiar el sistema de elección del liderazgo electoral es, finalmente, abordar el liderazgo político del partido. En el caso del PSC, ahora y aquí, esto es así –ambas cosas- más que nunca. Los electores socialistas, y una gran mayoría de sus militantes y simpatizantes, quieren tanto cambiar liderazgos como prioridades, estilos y orientación. Hay ganas de cambio y de esperanza a pesar de la niebla y el desconcierto que se cierne sobre el PSC.
Hablamos de una nueva cultura política: el partido deja de ser solo propiedad de sus militantes y, en especial, de sus dirigentes, para mostrarse como una organización de servicio público para la política, en la que la ciudadanía es protagonista. Se trata de una nueva oportunidad para la democracia, para cambiar los partidos y para cambiar también la política en un contexto de decepción y desconfianza hacia la representación pública. Me presento a estas primarias de Barcelona con un triple reto: cambiar el PSC, cambiar la manera de hacer política, y cambiar el actual gobierno conservador de Barcelona con una renovada y potente mayoría progresista a la que el PSC debe contribuir con sus mejores liderazgos y proyectos. También el PSOE ha abierto este proceso. Me alegro que, finalmente, la última palabra la tenga la sociedad.
Darles voz a todos los ciudadanos de Barcelona es también darle voz a la ciudad. Y empezar a construir la nueva mayoría progresista electoral que se necesita. Barcelona es de izquierdas, catalanista, abierta y progresista. Pero su gobierno actual es, creo sinceramente, lo contrario. Votan las izquierdas, gobiernan las derechas. Trias aprueba presupuestos y gobierna con 14 de 41 concejales. Paradoja y, a la vez, incapacidad de las alternativas para sumar y construir una de gobierno, con sentido y propuesta. Una alternativa orientada a reducir las profundas desigualdades y desequilibrios que con el gobierno municipal de Trias se han recrudecido.
Creo en la política como compromiso y servicio público. Pero para ello es imprescindible la renovación de los partidos para hacerlos más porosos y útiles para la sociedad a la que quieren servir y representar. Empecemos por cambiar la manera de elegir nuestros liderazgos políticos (las primarias) y avancemos hacia fórmulas mucho más abiertas de intervención y actuación. Y –también- más humildes.
Hoy hay quien hace mucha (y muy buena) política y no está en un partido, sino en movimientos, redes, mareas, y otras plataformas de acción y pensamiento más abiertas e inclusivas. Aprendamos de nuevo. José Antonio Labordeta cantaba sobre la necesidad de “abrir las ventanas para que limpie la esperanza”. Eso puede conseguirse confiando en la ciudadanía, confiando en que avalen, ya no al partido o a un candidato o candidata en especial, sino al propio proceso de primarias, con su participación, con sus ideas, hablando directamente con cada candidatura y expresando lo que sienten, lo que quieren para su ciudad.
Avalar a las diferentes candidaturas del PSC significa, pues, creer que la ciudadanía puede dar ese paso. Que puede mejorar la política. Son una oportunidad para dejar claro, aunque nunca hubieran votado socialista, que la democracia es el presente, pero sobretodo el futuro, para nuestra ciudad. Que los representantes deben representar a los ciudadanos, y no solo al partido. Desde estas líneas quiero, pues, dignificar lo que significa un aval. Un aval significa poder continuar, para cualquier candidatura, por la senda de cambio, del partido y de la ciudad. Se podrá votar por el PSC o no el día de las elecciones, pero se habrá ayudado a mejorar la democracia.
Barcelona necesita un nuevo ciclo político y unas nuevas prioridades. Xavier Trias es (y lo digo con afecto y respeto a su persona y a los profesionales del protocolo) un gran relaciones públicas. Encantador. Pero Barcelona necesita un liderazgo que no pase por encima de los problemas, sino que los resuelva; que no los aplace, sino que los aborde; que no mire para otro lado, sino que mire de frente la realidad, como la profunda desigualdad y fractura social que cada día desgarra más nuestra ciudad de contrastes: una de las más fotografiadas del mundo (lo que me produce un gran orgullo) con una fracturas sociales muy graves (lo que me rebela, me preocupa y me anima a combatir). Una Barcelona a dos velocidades.
Estoy, estamos, en este proceso con una gran ilusión. Cuando pensaba que el desánimo entre los electores (los que todavía nos votan, los que dudan, los desanimados, y los que lo fueron) sería una barrera infranqueable para nuestra candidatura y el proceso de primarias, descubro y constato cada día que estamos despertando una gran esperanza e ilusión. No fallaremos. Vamos a este proceso con ambición y humildad. Con energía y responsabilidad. Es mi Compromiso por Barcelona. ¿Me acompañas?
Laia Bonet
Candidata a las primarias abiertas del PSC de Barcelona
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1 Comentari sobre “Primarias: Recuperar la política, recuperar Barcelona” |
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10 febrer, 2014 - 14:53
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